No hay mayor entendimiento que una profunda mirada.
Hay miradas llenas de suspenso o que esconden un mar
de sueños.
Miradas felices, con chispa, brillantes, que
transmiten energía.
Miradas curiosas, misteriosas, que te hacen preguntarte
cosas.
Miradas transparentes y sinceras, mágicas e hipnóticas.
Miradas que, sin ir acompañadas de ninguna palabra,
dicen mucho.
Miradas llenas de ternura, guiños tímidos, miradas traviesas...
Miradas conectadas o cruces de miradas, unidos a una sonrisa.
Miradas que no están y son aquellas que buscamos cuando
por la noche miramos al cielo y muchas veces las encontramos.
La mirada dice más... que tantas palabras...
¡Que no se acaben las miradas!
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