martes, 10 de abril de 2012

Un sí pero no


A todos nos ha pasado, y si a alguien todavía no, es un afortunado. Y sí, digo todavía porque seguramente eso le pase. En mi caso creo que la madurez me hará que no vuelva a ocurrir. Y creo que la mayoría de veces que pasa, es por miedos e inseguridades. Y, ¿cuándo es el máximo apogeo de ellos? En la adolescencia, sí, efectivamente creo que es en la época en la que le suele ocurrir a todo el mundo.

Soy de las que piensa en que no te puedes fijar en alguien que no se haya fijado en ti. Me explico, creo que si algo te parece atractivo de esa persona y hay una cierta química, que tú sientes. Creo que esa persona la siente de la misma forma, hay algo que le atrae de ti. No hablo sólo de las parejas o de las personas que nos gustarían como tal. También de los amigos, fijaos si no, en los que no os caen bien o no os hacen tanta gracia. Si os conocéis ambos, seguramente sea recíproco.

Ahora viene el tema en cuestión. Cuando ambas personas se atraen y ninguna de las dos es capaz de decir nada. Un sí pero no. ¿Qué hubiera pasado? ¿Habría funcionado? Esto es lo que se piensa viéndolo desde lejos. Pero en ese momento (hablo por mí), sientes un dolor, un dolor raro, ya que no has llegado a tener un vínculo formal con esa persona. Pero realmente sí existía una unión.



“Es horrible y tenebroso echar de menos algo que no has poseido”

Sí. Nos ha pasado o nos pasará a todos.

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