Hace días que me
lo planteé… ¿Qué ocurre cuando estás en una situación en la que estás saliendo
con alguien, pero ambos sabéis que tiene fecha de caducidad?
Me explico, no
salir por salir, esto que está muy de moda últimamente. Si no que, por
circunstancias, encuentras a esa persona. Esa persona con la que te sientes
especial y que sabes que es perfecta para ti. Y esa persona, también siente lo
mismo por ti. Pero por injusticias de la vida vuestros caminos tienen que
separarse en un futuro. Por ejemplo geográficamente… Y no por un año, si no,
por un tiempo que en realidad no sabes, dejémoslo en indefinido.
¿Qué ocurre? ¿Comenzáis
una relación que ambos sabéis que tiene fin… o por el contrario, frenáis algo
que existe por el miedo a qué ocurrirá luego? Es una decisión difícil. Yo creo
que sé lo que elegiría. El dolor que se siente al decir adiós a algo que se ha
vivido y que no sabes si volverás a vivir, o a compartir o a ver a esa persona,
debe ser inmenso. Pero, ¿y si nunca
llegas a sentir lo que sentirías al lado de esa persona? A parte que debe ser sumamente difícil negaros
algo evidente. Pero ¿gana el miedo? El miedo a perder algo importante en tu
vida, a la despedida.
Hace poco leí… “
la vida está llena de luegos”. ¡Y qué verdad es! Nos pasamos gran parte de
nuestra vida pensando en lo que pasará después, en lugar de disfrutarla.
Yo tengo clara mi
opción. Yo me arriesgaría, apostaría por ello.
“Todas las
canciones tienen un final, pero eso no impide disfrutar de la música”
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